Mi nombre es Maria, soy profesora y Pedagoga (por vocación).
Me encantan los niños, esas miradas llenas de inocencia , vitalidad; su energía. Son mis grandes maestros.
Profesionalmente, he trabajado en mil sitios y ninguno me terminaba nunca de llenar, no me sentía 100% realizada, no era 100% feliz.
Hasta que un día (ante tanto caos en mi) decidí probar con el yoga por recomendación de una amiga. Probé por eso de acallar mi mente reactiva , por eso de calmar mi alma y descubrir mi verdadero yo, por eso de estirar mi cuerpo y desbloquear hasta lo más profundo... y así, poco a poco, el yoga fue entrando en mi vida; hasta el punto de sacarme mi título como profesora!
Esa decisión cambió mi vida. Fue un antes y un después. Y hoy tengo el gran placer de decir con la boca llena que dedico gran parte de mi día a día, a algo que ME ENCANTA, que no me pesa , que disfruto.
Me especialicé (como no) en yoga para niños y familia, luego en Terapéutico, por eso de que todos llevamos a cuesta un montón de malos hábitos posturales y recientemente terminé mi curso de 200h de la Yoga Alliance.
En este curso conocí personas... grandes, muy grandes.
El yoga es compartir conocimientos, transmitirlos y también recibirlos. Siempre hay algo que aprender, y experimentar todo esto, junto a “mi rey” (como yo le digo) mi Antonio, es algo muy especial por nuestra inexplicable conexión, cuestión de vibración, de fluir en la misma sintonía, de hablar desde el alma con la misma motivación, de entendernos con solo mirarnos...
Gracias por esta oportunidad. Daré (como siempre intento) todo lo mejor de mi, aportando lo mejor que sé, desde la humildad, desde el corazón , con toda la ilusión y pasión que me acompaña. Compartiré con todo mi entusiasmo lo que en estos años he absorbido, a ese maravilloso grupo que sé que me espera en “El sendero de Eiuamana”.
Con todo mi amor y gratitud:
María
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